El ex futbolista del Bayern Múnich falleció a los 78 años de edad.
El ícono del fútbol alemán dejó una huella imborrable al conquistar la Copa del Mundo tanto como jugador, alzando el trofeo en 1974 como capitán de Alemania Occidental, como también como entrenador en 1990.
Beckenbauer sigue siendo ampliamente reconocido como uno de los mejores futbolistas que hayan calzado un par de botas, siendo uno de los tres únicos hombres que han logrado la proeza de ganar la Copa del Mundo tanto como jugador como entrenador, junto al brasileño Mario Zagallo y al francés Didier Deschamps.
Aunque se destacó originalmente como mediocampista, Beckenbauer forjó su nombre como defensa central, siendo uno de los primeros en esa posición que no solo defendía con maestría, sino que también destacaba por su habilidad para mover el balón con precisión. Además de sus logros con Alemania, la leyenda del Bayern Múnich celebró tres victorias en la Copa de Europa con el club bávaro. Acumuló cuatro títulos de Bundesliga como jugador y uno como entrenador, guiando también al Bayern hacia la victoria en la Copa de la UEFA en 1996.
Ganador de dos Balones de Oro como jugador, Beckenbauer, a lo largo de su gloriosa carrera, dejó su marca no solo en equipos alemanes sino también en el New York Cosmos y en el Hamburgo.
Luchó valientemente contra graves problemas de salud en los últimos años, enfrentando complicaciones cardíacas, infracciones oculares, Parkinson y demencia. Su trayectoria incluyó no solo ser entrenador del Bayern, sino también desempeñar roles importantes como director deportivo en el Marsella tras seis años dedicados a la selección alemana.